El veranito ya está asomando la cabeza y como sabemos que en estas fechas da mucha pereza meterse en la cocina, nos hemos ido a la pescadería para ofrecerte un plato sencillo, riquísimo y ligerito, que estamos seguras gustará a todo el mundo.
Vamos a hacer este plato en la bandeja grande del horno, para que así nos quepan sin problema las doradas abiertas.

Cortamos las patatas y las cebollas en rodajas muy finas y las distribuimos por la base de la bandeja, colocando primero las patatas y encima la cebolla, de modo que quede todo el fondo cubierto. Salpimentamos.
Pelamos los ajos y los hacemos cuadritos
o rodajas finas (al gusto).
Colocamos el pescado en la bandeja (pide en la pescadería que te lo abran y te lo limpien para hacerlo a la espalda) abierto con la piel hacia abajo. Salpimentamos, y le espolvoreamos pan rallado por encima, cubriéndolo con una fina capa.
Precalienta el horno a 200 (lo hemos
puesto arriba y abajo con aire).
En una sartén echamos el aceite y freímos
los ajos con la guindilla. Cuando estén doraditos, lo volcamos sobre el
pescado.